Desde el comienzo de los tiempos los seres humanos hemos tenido la necesidad de comunicarnos como seres sociales, con la llegada del habla y de la escritura, día a día nos hemos apropiado del lenguaje desde nuestros primeros años de vida,  con ello desarrollamos y perfeccionamos las habilidades básicas comunicativas de: Lectura, escritura, escucha, y habla; entre ellas la escritura mejora la atención de la información que tenemos, permitiendo que nuestro cerebro organice mejor los datos para sintetizar ideas y conceptos en la mente, lo que significa que recordamos mejor. 

Con el paso del tiempo y la necesidad de evolucionar, en 1868  el editor, periodista, inventor y político estadounidense Christopher Latham Sholes junto con dos amigos también inventores, Carlos Glidden y Samuel W. Soule, Sholes elaboraron un primer prototipo de lo que hoy conocemos como la máquina de escribir. 

Tiempo después, con la revolución industrial y la necesidad inminente de los trabajos en planta, hizo que la popularidad de aquel invento fuera una necesidad más que un lujo, cerca de 1872  las máquinas de escribir comenzarían a ganarse un puesto en las oficinas de un gran número de empresas europeas y estadounidenses siendo la más nombrada la Remington Model I, la cual cumplía perfectamente con las necesidades que presentaba la demanda para aquella época.

Después de  la venta masiva de la Remington Model I, en 1872, la máquina de escribir tiene varios cambios para suplir las necesidades que se presentan en los diferentes mercados y teniendo en cuanta el desarrollo tecnológico que se presenta con los años, dando como resultado el nacimiento de nuevas máquinas de escribir eléctricas, electromecánicas, portátiles y, finalmente, netamente electrónicas con la llegada de la revolución digital la cual marcaría un nuevo comienzo para el desarrollo de la escritura.

 Con la llegada de la escritura digital se han venido desarrollando grandes cambios en procesos de composición de los textos, como lo es la extensión de los manuscritos y desarrollo de mayor revisión de los estudios, ya que está demostrado que los escritos por PC suelen ser más largos y con mayor calidad en la composición.

Pero aunque se ven beneficios en este tipo de escritura como ayudar en los procesos gráficos y visuales, estudios como el presentado por Springer  Link en el 2021, demuestran que este tipo de escritura digital dificulta la capacidad de recordar a corto y mediano plazo, algunos expertos indican que esto se debe a que no se genera una huella de memoria distintiva, la cual se genera con la escritura a mano dando la complejidad de utilizar recursos mentales mediante la mecanografía dado que debemos ejecutar la memorización, redacción y lectura de estas fuera de la comprobación ortográfica y gramatical que conlleva un proceso de planificación y composición que se evitan con la redacción digital.

Desde el comienzo de los tiempos los seres humanos hemos tenido la necesidad de comunicarnos como seres sociales, con la llegada del habla y de la escritura, día a día nos hemos apropiado del lenguaje desde nuestros primeros años de vida,  con ello desarrollamos y perfeccionamos las habilidades básicas comunicativas de: Lectura, escritura, escucha, y habla; entre ellas la escritura mejora la atención de la información que tenemos, permitiendo que nuestro cerebro organice mejor los datos para sintetizar ideas y conceptos en la mente, lo que significa que recordamos mejor. 

Con el paso del tiempo y la necesidad de evolucionar, en 1868  el editor, periodista, inventor y político estadounidense Christopher Latham Sholes junto con dos amigos también inventores, Carlos Glidden y Samuel W. Soule, Sholes elaboraron un primer prototipo de lo que hoy conocemos como la máquina de escribir. 

Tiempo después, con la revolución industrial y la necesidad inminente de los trabajos en planta, hizo que la popularidad de aquel invento fuera una necesidad más que un lujo, cerca de 1872  las máquinas de escribir comenzarían a ganarse un puesto en las oficinas de un gran número de empresas europeas y estadounidenses siendo la más nombrada la Remington Model I, la cual cumplía perfectamente con las necesidades que presentaba la demanda para aquella época.

Después de  la venta masiva de la Remington Model I, en 1872, la máquina de escribir tiene varios cambios para suplir las necesidades que se presentan en los diferentes mercados y teniendo en cuanta el desarrollo tecnológico que se presenta con los años, dando como resultado el nacimiento de nuevas máquinas de escribir eléctricas, electromecánicas, portátiles y, finalmente, netamente electrónicas con la llegada de la revolución digital la cual marcaría un nuevo comienzo para el desarrollo de la escritura.

 Con la llegada de la escritura digital se han venido desarrollando grandes cambios en procesos de composición de los textos, como lo es la extensión de los manuscritos y desarrollo de mayor revisión de los estudios, ya que está demostrado que los escritos por PC suelen ser más largos y con mayor calidad en la composición.

Pero aunque se ven beneficios en este tipo de escritura como ayudar en los procesos gráficos y visuales, estudios como el presentado por Springer  Link en el 2021, demuestran que este tipo de escritura digital dificulta la capacidad de recordar a corto y mediano plazo, algunos expertos indican que esto se debe a que no se genera una huella de memoria distintiva, la cual se genera con la escritura a mano dando la complejidad de utilizar recursos mentales mediante la mecanografía dado que debemos ejecutar la memorización, redacción y lectura de estas fuera de la comprobación ortográfica y gramatical que conlleva un proceso de planificación y composición que se evitan con la redacción digital.